Las muestras formoladas debéis enviarlas en recipientes cerrados herméticamente e identificados (nombre del animal, nº de caso clínico, etc). Dicho recipiente será proporcional al tamaño de la muestra y el diámetro de la boca de apertura debe ser lo suficientemente grande para que la muestra se introduzca y posteriormente se pueda sacar de manera holgada, teniendo en cuenta que el tejido una vez formolado se endurece, pierde flexibilidad y aumenta algo su volumen.
Si se remiten varias muestras de un caso con diferencia evidente de tamaño tenéis que, además de referirlo claramente en el informe de remisión de muestras, enviarlas en frascos separados e identificados para facilitar su manejo en el laboratorio y evitar así pérdida de estas piezas pequeñas.
Las extensiones citológicas se enviarán bien protegidas para evitar rotura de las mismas durante el transporte. Si no dispones de cajas o fundas específicas para envío de citologías podemos facilitártelas o llámanos y te propondremos otros sistemas alternativos.
Las muestras correctamente identificadas tenéis que remitirlas junto a un historial clínico lo más completo posible que incluya: nombre del veterinario responsable del caso, nombre del centro remitente, teléfono de contacto y e-mail, nombre del animal, especie, raza, sexo, edad, nombre del propietario, historia clínica que incluya síntomas, localización de la lesión, tratamientos previos, modo de vida, etc. Toda esta información es muy orientativa y a veces imprescindible a la hora de interpretar los hallazgos histopatológicos y citológicos y, así, poder establecer un diagnóstico correcto.
El paquete donde se remiten las muestras junto al informe de remisión tiene que ir correctamente embalado y/o acolchado para evitar roturas accidentales y derrames del formol durante el transporte.
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